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lunes, 12 de marzo de 2012

Casa Paco cumple un año de recordar tradiciones

"Hace treinta años -recuerda Mariano Muñoz coincidiendo con el primer aniversario del Museo de Historia y Tradición de la Ribagorza- era raro que alguien se interesara por las tradiciones y la etnografía, pero mi tío Vicente Turmo "Pallás" ya estaba recopilando material etnográfico, fotográfico y audiovisual con el propósito de mostrarlo". Pese a haber tenido que emigrar a Barcelona, como muchos de sus convecinos, siguió con este empeño y mantuvo siempre una estrecha vinculación con Graus. Unos años antes de morir, "adquirió el edificio de Casa Paco en bastante mal estado y lo donó a la fundación que lleva su nombre para la creación del museo".
La fundación Vicente Tursmo, presidida por su hijo Viçens Turmo, logró financiación y pudo acondicionar una de las bodegas, la planta calle y el primer piso del museo en 2011. Mariano Muñoz, explica, sin embargo, que "quedan muchos objetos por exponer y mucho espacio para hacerlo". Lo único que les falta, asegura, es dinero, aunque la "buena respuesta de la gente" aseguró Muñoz, les anima a seguir trabajando.
Siempre con el recuerdo de Vicente Turmo presente, la exposición comienza con un panel homenaje situado a la entrada. La foto de un joven Pallás de gaitero se acompaña de un texto y de la gaita "con la que tocó en las fiestas durante varios años siendo el único gaitero" apunta su sobrino, que sirven para recibir al visitante. En la entrada, dos placas recuerdan las subvenciones de la vicepresidencia del Gobierno aragonés y la CAI.

El objetivo del museo, explica Muñoz, "es que los mayores recuerden cómo se vivía, pero también que los jóvenes conozcan su pasado"; por ello, la primera zona expositiva se dedica a la actividad socioeconómica grausina a finales del siglo XIX y principios del XX. A través de objetos originales se recrean los distintos oficios relacionados con la forja, el cuero, el esparto, la lana, la agricultura y la ganadería. El calzado ocupa un espacio diferenciado dado el peso del gremio en Graus. "El rincón de los alpargateros, ya que llegó a haber 200 en Graus, es muy curioso que trabajaran en bancos, en la calle y tenían un código morse golpeando en sus bancos, típicos, que hoy se ha perdido". En esta zona también hay una completísima mesa original de zapatería. Además de los oficios, la villa contó con florecientes empresas, de las que se muestran algunos objetos.
Esta primera planta, una de las más visitadas, cuenta con una zona de consulta del amplio fondo fotográfico, compuesto por unas 4.000 fotografías, la mayoría recopiladas por Pallás. "Seguimos buscando la colaboración de la gente, pero el museo también ofrece la posibilidad de consultar los fondos y copiarlos a los interesados porque la filosofía de mi tío era que el museo lo ha hecho la gente y tienen que volver a la gente".


La planta noble "se ha procurado mantener como estaba, la distribución, los suelos hidráulicos, las puertas, las pinturas e incluso algunos elementos como la lámpara original del salón", explicaba Mariano. La primera temática que se aborda en esta primera planta es La Fiesta, con fotografías, un audiovisual, varios trajes típicos, los cabezudos originales, un estandarte del Orfeón de Graus e instrumentos tradicionales.
Sorprende por su realismo, la recreación de una escuela de los años 50 que nos encontramos a continuación en un espacio dedicado a la infancia. Pupitres, mapas y juegos infantiles tan interesantes como el güiti, conviven con libros del profesorado, canicas o la recopilación de juegos que se jugaban en Graus realizada por el propio Vicente Turmo.


Tras observar un cuarto con utensilios domésticos, la planta noble incluye una acogedora sala de estar en la que se muestra la llegada de la modernidad, con la luz y el agua como principales exponentes, pero también con los primeros teléfonos, radios, máquinas de escribir o gramolas que hubo en la zona. "Todo funciona y está en perfecto estado", nos demuestra Muñoz trasladándonos a un evocador paisaje sonoro a través de las gramolas. También hay una preciosa alacena con vajilla de finales del XIX.

Exposiciones temporales
Parte del ala derecha de la planta calle, donde lucen unas nuevas vitrinas obra de José Antonio Betato, se destina a exposiciones temporales, así como la bodega.
Coincidiendo con la apertura del museo, en marzo de 2011, la primera de ellas fue la de Antonio García Omedes sobre el románico. Le siguió la del vigésimo aniversario de la Fiesta de la Longaniza, que en parte aún puede visitarse en la bodega y, desde el pasado domingo, la muestra Barasona, un pueblo bajo el agua. Mariano avanza que se preparan otras dos, sobre las fiestas y sobre juguetes antiguos, porque "la idea es que el museo no pare".


Casa Paco, un espacio abierto
Colectivos como el Grupo de Dances y Albadas de Graus tienen en Casa Paco un lugar de reunión y trabajo. En la antigua zaguera, se ha instalado el taller de instrumentos tradicionales del colectivo, donde en estos días se trabaja en una peculiar trompa ribagorzana elaborada con ramas de olmo, o urmo, de la Virgen de la Peña.
El expresidente del Grupo de Dances y Albadas de Graus, Miguel Ferrer, comenta que "ha quedado muy bien, es una madera muy porosa que ha costado bastante trabajar, pero ya quedan solo los adornos y pulirla del todo". Esta pieza pasará a engrosar el apartado de la fiesta en Casa Paco en las próximas semanas.


Fuente: Diario del Altoaragón


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