Una de las figuras más características que aparece en las Fiestas de Graus es el Furtaperas, íntimamente relacionado con la Mojiganga. El Furtaperas es un muñeco de articulaciones dobles que se cuelga durante las fiestas de un madero en la fachada del Ayuntamiento, desde cuyo interior se le hace girar para que dé volteretas en todas direcciones. Según dice la tradición, se colgó por robar siete peras condenado por los Reyes de la Mojiganga. Según el antropólogo Manuel Benito, el Furtaperas “simboliza el invierno que, si se prolonga, evitará la obtención de los frutos en el nuevo ciclo agrícola. Nos robará las peras”.
Planta bodega: Exposición sobre chacinería y carnicería. Bodega.
Chacinería. Si por algo es conocido Graus es por la elaboración de uno de los productos gastronómicos más importantes de Aragón, la longaniza. La bodega del museo alberga una pequeña muestra de cómo elaboraban antiguamente este y otros productos del cerdo en las características matacías del invierno.
Planta calle: La Tradición (hierro, madera, cuero y esparto). Exposiciones temporales.
Hierro. Graus siempre ha tenido grandes profesionales en el trabajo en hierro y forja, llegando a contar con cinco talleres donde se construían máquinas y aperos para la industria y la agricultura así como elementos decorativos, como por ejemplo en los balcones.
De todos ellos podemos destacar, a principios del siglo XX, el llamado Ferrero la Muralla, con magníficos trabajos valorados a nivel regional. También merece mención Dámaso Carrera, no sólo por sus trabajos en hierro, sino por ser el primer grausino en escribir relatos en nuestro dialecto a finales del siglo XIX.
Cuero. La artesanía en cuero también tuvo su gran importancia en todas sus vertientes. Destacamos en este oficio al artesano en piezas para las caballerías con trabajos decorativos de gran valor merecedores de premios, Antonio Miranda.
En un momento de principios del siglo XX se formó una orquesta donde sus componentes, todos, trabajaban en el cuero.
Esparto. Otro de los oficios más tradicionales de Graus y una de las industrias más importantes durante el siglo XIX y comienzos del XX fue sin duda la transformación, de forma artesanal, del esparto con la elaboración de alpargatas.
Llegaron a trabajar en este sector más de trescientas personas. También se hacían sogas o cuerdas en una zona determinada de la localidad, los Filadós.
Planta primera: Las Fiestas de Graus. Cuan eban críos (escuela, juegos,...). Tiempos modernos (llegada de la electricidad, agua,...).
Las Fiestas de Graus. Las fiestas en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer se celebran entre el 12 y el 15 de septiembre. Estas fiestas recibieron la calificación de Interés Turístico Nacional en 1973, al constituir una manifestación festiva que combina la antigüedad de algunos de sus elementos con la evolución y adaptación de otros con el paso de los siglos, destacando la riqueza antropológica de sus ritos tradicionales.
Cuan eban críos. Una representación de una escuela de mediados del siglo XX y una muestra de juegos tradicionales y juguetes es lo que podremos encontrarnos en la primera planta del Museo. Estos objetos llevarán a muchos al recuerdo de sus vivencias como niños.
Tiempos modernos. La llegada de la electricidad revolucionó el medio rural. Graus fue una de las primeras localidades de España donde llegó la luz.
Planta bodega: Exposición sobre chacinería y carnicería. Bodega.
Chacinería. Si por algo es conocido Graus es por la elaboración de uno de los productos gastronómicos más importantes de Aragón, la longaniza. La bodega del museo alberga una pequeña muestra de cómo elaboraban antiguamente este y otros productos del cerdo en las características matacías del invierno.
Planta calle: La Tradición (hierro, madera, cuero y esparto). Exposiciones temporales.
Hierro. Graus siempre ha tenido grandes profesionales en el trabajo en hierro y forja, llegando a contar con cinco talleres donde se construían máquinas y aperos para la industria y la agricultura así como elementos decorativos, como por ejemplo en los balcones.
De todos ellos podemos destacar, a principios del siglo XX, el llamado Ferrero la Muralla, con magníficos trabajos valorados a nivel regional. También merece mención Dámaso Carrera, no sólo por sus trabajos en hierro, sino por ser el primer grausino en escribir relatos en nuestro dialecto a finales del siglo XIX.
Cuero. La artesanía en cuero también tuvo su gran importancia en todas sus vertientes. Destacamos en este oficio al artesano en piezas para las caballerías con trabajos decorativos de gran valor merecedores de premios, Antonio Miranda.
En un momento de principios del siglo XX se formó una orquesta donde sus componentes, todos, trabajaban en el cuero.
Esparto. Otro de los oficios más tradicionales de Graus y una de las industrias más importantes durante el siglo XIX y comienzos del XX fue sin duda la transformación, de forma artesanal, del esparto con la elaboración de alpargatas.
Llegaron a trabajar en este sector más de trescientas personas. También se hacían sogas o cuerdas en una zona determinada de la localidad, los Filadós.
Planta primera: Las Fiestas de Graus. Cuan eban críos (escuela, juegos,...). Tiempos modernos (llegada de la electricidad, agua,...).
Las Fiestas de Graus. Las fiestas en honor al Santo Cristo y San Vicente Ferrer se celebran entre el 12 y el 15 de septiembre. Estas fiestas recibieron la calificación de Interés Turístico Nacional en 1973, al constituir una manifestación festiva que combina la antigüedad de algunos de sus elementos con la evolución y adaptación de otros con el paso de los siglos, destacando la riqueza antropológica de sus ritos tradicionales.
Cuan eban críos. Una representación de una escuela de mediados del siglo XX y una muestra de juegos tradicionales y juguetes es lo que podremos encontrarnos en la primera planta del Museo. Estos objetos llevarán a muchos al recuerdo de sus vivencias como niños.
Tiempos modernos. La llegada de la electricidad revolucionó el medio rural. Graus fue una de las primeras localidades de España donde llegó la luz.
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